Por mi capacidad a nivel de flexibilidad después de haberlo trabajado años atrás, no me han parecido duros los estiramientos; sino, todo lo contrario. Era muy consciente de las tensiones que me encontraban durante la sesión; sintiendo a su vez, cómo iban disminuyendo éstas, poco a poco.

Aunque lo más sorprendente para mi, ha sido el hecho de poder comprobar cómo íbamos muy hacia dentro; es decir, que no sólo se queda este trabajo en lo físico, sino que va mucho más allá; ya que, el trabajo realizado tanto en psoas, como en diafragma, me han parecido impresionantes; soltando y liberando con total respeto y mucho amor.

¡Estoy deseando repetir!